Gyozas en Mambo
Hacer Gyozas en Mambo es muy sencillo gracias a la receta que compartimos en esta entrada de cocinaenmambo
Origen de las Gyozas
Las gyozas son un plato de origen chino, conocido como jiaozi en China, que fue adaptado y popularizado en Japón. Se cree que el jiaozi chino tiene una historia que se remonta a más de 1,800 años. Según la leyenda, fueron inventados por un médico chino llamado Zhang Zhongjing durante la dinastía Han. Zhang creó estos dumplings para alimentar y curar a la gente que sufría de frío y enfermedades en invierno, ya que las gyozas estaban rellenas de carne y hierbas, lo que las hacía nutritivas y reconfortantes.
Cuando las gyozas llegaron a Japón, probablemente a través de intercambios culturales y comerciales, fueron adaptadas al gusto local. Los japoneses empezaron a prepararlas de manera diferente, haciendo que las gyozas fueran más delgadas y con un relleno más suave que los jiaozi chinos tradicionales. Además, mientras que los jiaozi suelen hervirse o cocinarse al vapor en China, en Japón se hicieron populares las gyozas que primero se fríen ligeramente en la base y luego se cocinan al vapor, lo que les da su distintiva textura crujiente por debajo y suave por encima.
Con el tiempo, las gyozas se convirtieron en un platillo icónico en la cocina japonesa, y hoy en día se encuentran en prácticamente cualquier restaurante japonés, desde izakayas informales hasta restaurantes especializados. Aunque las gyozas han mantenido su esencia original, la influencia japonesa les ha dado un carácter único que las distingue de sus antecesoras chinas.
Como hacer Gyozas en Mambo
16 masas para gyozas.
175 gramos de carne picada de cerdo.
25 gramos de cebolla.
Un diente de ajo.
75 gramos de col.
Una cucharadita de maicena.
Media cucharadita de aceite de sésamo.
Media cucharadita de salsa de soja.
Salsa de soja.
Instrucciones para hacer Gyozas en Mambo
¡Hoy vamos a hacer gyozas en Mambo! Este plato japonés es delicioso y, aunque puede parecer complicado, con nuestro Mambo es pan comido. Lo primero es colocar las cuchillas en su sitio, ya que serán nuestras aliadas para picar todo de forma rápida y homogénea.
Empezamos con los ingredientes aromáticos: ajo y cebolla. Los metemos en la jarra y los picamos a toda velocidad durante unos 10 segundos. Queremos que queden bien triturados para que se mezclen perfectamente con la carne. Luego, añadimos la col, que también necesita ser finamente picada. Solo necesitamos unos segundos más a velocidad alta para que la col quede en trocitos pequeños, lo justo para que aporte su textura crujiente sin robar protagonismo.
Con las verduras listas, es hora de dar paso a la proteína. Añadimos la carne picada de cerdo junto con una pizca de sal. Pero aquí no se acaba la cosa, porque para darle ese toque tan característico de las gyozas, añadimos maicena, aceite de sésamo y un poco de salsa de soja. Programamos el Mambo a una velocidad moderada para que todo se mezcle bien. Queremos que los sabores se integren y que la carne quede con una textura perfecta para el relleno.
Ahora viene la parte divertida: montar las gyozas. Tomamos nuestras masas y ponemos una pequeña cantidad del relleno en el centro de cada una. Para sellarlas, humedecemos un poco los bordes con agua; esto ayuda a que la masa se pegue bien al doblarla. Luego, con paciencia, cerramos cada gyoza dándole esa forma característica, un pliegue que parece complicado pero que se vuelve más fácil con la práctica.
El siguiente paso es dorarlas y cocinarlas al vapor, lo que les da esa mezcla perfecta de texturas: crujientes por debajo y tiernas por arriba. Para esto, calentamos una sartén con un chorrito de aceite y colocamos las gyozas con la base hacia abajo. Dejamos que se doren durante unos minutos, y cuando están bien doraditas, añadimos un poco de agua y tapamos la sartén. Esto crea vapor que termina de cocinar las gyozas, dándoles ese toque jugoso que las hace irresistibles.
En unos pocos minutos, nuestras gyozas estarán listas para servir. Solo nos queda acompañarlas con un poco más de salsa de soja para mojarlas y disfrutar de su sabor. La combinación de la carne sazonada con los vegetales y el toque de sésamo es simplemente espectacular. Además, la mezcla de texturas –la crujiente base y el suave relleno– hace que cada bocado sea una experiencia deliciosa.
Así que, ¿por qué no hacer una buena cantidad de gyozas? Se pueden congelar antes de cocinarlas al vapor, lo que significa que siempre tendremos a mano un snack rápido y sabroso para cualquier ocasión. ¡Vamos a disfrutar de estas gyozas caseras hechas con nuestro Mambo y a compartirlas con quienes más queremos!