Roscón de brioche en Mambo

Hacer Roscón de brioche en Mambo es muy sencillo gracias a la receta que compartimos en esta entrada de cocinaenmambo

Origen de Roscón de brioche en Mambo

El roscón de brioche tiene su origen en la repostería francesa, donde el brioche es un pan dulce muy apreciado por su textura esponjosa y su sabor mantecoso. Se dice que esta receta proviene de las versiones más antiguas de los panes festivos que se preparaban en Europa durante celebraciones religiosas y eventos especiales. Con el tiempo, esta variante en forma de roscón se popularizó, siendo adoptada en distintas regiones y combinada con rellenos variados para hacerla aún más irresistible.

Como hacer Roscón de brioche en Mambo

3 huevos.
120 ml de leche.
150 gramos de mantequilla atemperada.
10 gramos de sal.
75 gramos de azúcar.
12 gramos de levadura fresca.
Para decorar
Un huevo (para pintar).
Almendra laminada.
Azúcar.

Instrucciones para hacer Roscón de brioche en Mambo

Empezamos preparando la masa. Para ello, colocamos la mambo en su posición y calentamos un poco la leche. Desmenuzamos la levadura dentro y dejamos que repose durante unos minutos para que se active. Mientras tanto, preparamos el resto de los ingredientes.
Añadimos a la mambo la leche con la levadura, los huevos, la mantequilla en punto pomada, la harina, la sal y el azúcar. Ponemos a amasar a velocidad media y dejamos que trabaje la masa durante unos minutos, hasta que esté suave y elástica. Una vez lista, la pasamos a un bol grande, la cubrimos con un paño limpio y la dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño.
Cuando la masa haya crecido, llega el momento de desgasificarla. La volcamos sobre la encimera ligeramente enharinada y la amasamos suavemente para sacarle el aire. Luego, la dividimos en porciones iguales y formamos bolitas con cada una. Colocamos estas bolitas alrededor de un cortapastas en una bandeja de horno con papel vegetal, asegurándonos de que queden bien distribuidas para que el roscón tenga su forma característica. Dejamos reposar de nuevo para que leve y coja esponjosidad.
Precalentamos el horno a 180ºC mientras preparamos la decoración. Batimos un huevo y pincelamos toda la superficie del roscón con cuidado para que quede brillante y dorado tras el horneado. Espolvoreamos almendra laminada y un poco de azúcar humedecido para darle ese toque dulce y crujiente.
Llevamos al horno y dejamos que se hornee hasta que adquiera un bonito color dorado y la cocina se llene de ese aroma irresistible a brioche recién hecho. Una vez listo, lo sacamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla para que no se humedezca en la base.
Cuando esté completamente frío, llega el momento más divertido: el relleno. Podemos abrirlo por la mitad y rellenarlo de nata montada, trufa, crema pastelera o incluso una mezcla de nuestras favoritas. ¡Aquí la imaginación es el límite!

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