Guisado de pavo en Mambo
Hacer Guisado de pavo en Mambo es muy sencillo gracias a la receta que compartimos en esta entrada de cocinaenmambo
Origen de Guisado de pavo
El guisado de pavo es un plato que se inspira en la tradición de los guisos de carne que se preparan en muchas culturas, especialmente en la cocina mediterránea y española. Aunque no tiene un origen único, su base de sofrito con cebolla, ajo, tomate y vino recuerda a muchos guisos tradicionales de la península ibérica.
El uso del pavo en lugar de otras carnes como el cerdo o la ternera puede deberse a la búsqueda de una opción más ligera y saludable. En España, los guisos de carne con verduras y patatas son muy comunes en la gastronomía casera, y cada región tiene su propia versión. Este tipo de platos eran habituales en las casas rurales, donde se cocinaban a fuego lento durante horas para aprovechar los ingredientes disponibles y conseguir una comida nutritiva y reconfortante.
El toque de vino y laurel en la receta también es muy característico de los estofados españoles, dándole profundidad y aroma al plato. Por otro lado, el uso de la patata chascada para espesar el caldo es una técnica muy utilizada en la cocina tradicional.
En resumen, este guiso de pavo sigue la línea de los guisos tradicionales españoles, pero con un toque moderno gracias a la facilidad que nos da el Mambo para prepararlo sin complicaciones.
Como hacer Guisado de pavo en Mambo
Raciones: 2
350 gramos de pavo para guisar.
150 gramos de zanahoria.
175 gramos de patata.
100 gramos de guisantes congelados.
100 gramos de cebolla.
2 dientes de ajo.
120 gramos de tomate triturado en conserva.
100 gramos de vino tinto.
300 gramos de caldo de carne.
Una hoja de laurel.
25 gramos de aceite de oliva.
Sal.
Pimienta.
Harina.
Instrucciones para hacer Guisado de pavo en Mambo
Hoy nos vamos a marcar un guisado de pavo que va a quedar de escándalo, súper tierno y con un sabor increíble. Es de esos platos que reconfortan, perfectos para cuando queremos algo casero sin complicarnos demasiado. Y lo mejor es que nuestro Mambo se encarga de casi todo.
Empezamos preparando la carne. Salpimentamos los trozos de pavo y los rebozamos con un poco de harina. Esto ayuda a que el guiso tenga más cuerpo y una textura espectacular.
Ahora los pasamos por la sartén con un poco de aceite, solo lo justo para sellarlos y que cojan un doradito rico. No hace falta que se cocinen del todo, porque después se harán con el resto de ingredientes.
Mientras tanto, colocamos la MamboMix y echamos la zanahoria en rodajas, la cebolla picada, los ajos bien troceaditos y el aceite de oliva. Le damos caña a 120ºC con potencia de calor 8 y velocidad 1 durante un par de minutos. Queremos que se sofría un poquito y suelte ese olor que ya nos va avisando de que aquí se va a cocinar algo bueno.
Ahora es el turno del tomate triturado. Lo añadimos al vaso y dejamos que se sofría bien durante tres minutos a la misma temperatura y velocidad. Este paso es clave para que el guiso tenga un sabor más profundo y un color precioso.
Después de esto, toca el vino tinto. Lo vertemos con alegría y lo dejamos reducir dos minutos a 120ºC, pero esta vez subimos la potencia de calor a 10. Esto hará que se evapore el alcohol y nos quede solo el saborcito bueno del vino.
Llegados a este punto, incorporamos la carne que habíamos sellado antes. También sumamos las patatas chascadas (truquito para que espesen mejor el caldo), los guisantes, el caldo y la hoja de laurel, que le dará un aroma brutal. Programamos 110ºC, potencia de calor 7, velocidad 1 y dejamos que se cocine durante 10 minutos.
Pero aquí no acaba la cosa. Para que todo se haga a fuego lento y los sabores se integren bien, bajamos la potencia a 6 y dejamos que siga cocinándose otros 20 minutos, esta vez sin velocidad. Es el momento de dejar que el pavo se ponga súper tierno y que el caldo coja esa textura espesa y deliciosa.
Cuando termine el tiempo, no tengamos prisa. Dejamos que repose unos minutos, porque eso siempre mejora cualquier guiso. Y ahora sí, servimos bien calentito, con un buen pan al lado para mojar y disfrutar de este platazo casero que nos hemos marcado sin apenas esfuerzo.
¿A que ha sido fácil? Pues ya tenemos un guiso de pavo que va a hacer que repitamos una y otra vez. ¡A disfrutar!
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