Crema de verduras gratinada en Mambo
Hacer Crema de verduras gratinada en Mambo es muy sencillo gracias a la receta que compartimos en esta entrada de cocinaenmambo
Origen de Crema de verduras gratinada en Mambo
Las cremas de verduras han sido parte de la gastronomía europea durante siglos. Su origen se encuentra en la cocina tradicional de países como Francia, donde las sopas y cremas eran una manera sencilla y deliciosa de aprovechar los ingredientes de temporada. La técnica de gratinado se popularizó con la cocina francesa, gracias al uso de quesos fundentes que daban un toque crujiente y sabroso a los platos. Esta receta combina la cremosidad de la sopa con la textura gratinada, dando como resultado un plato reconfortante y lleno de sabor.
Como hacer Crema de verduras gratinada en Mambo
300 gramos de patata.
375 gramos de calabacín.
80 gramos de puerro.
50 gramos de cebolla.
150 gramos de zanahoria.
500 gramos de caldo de pollo o verduras.
25 gramos de aceite de oliva.
Pimienta.
Sal.
Nuez moscada.
Pan.
Queso rallado.
Instrucciones para hacer Crema de verduras gratinada en Mambo
Preparamos nuestra crema de verduras gratinada con mambo, perfecta para los días en los que buscamos algo reconfortante y sabroso. Empezamos colocando las cuchillas en su posición y echamos el calabacín, el puerro, la cebolla y la zanahoria, todo bien pelado y troceado. Añadimos el aceite y una pizca de sal para potenciar los sabores. Trituramos hasta que quede bien picado y después lo sofreímos, permitiendo que los aromas se intensifiquen y las verduras se doren ligeramente, lo que le dará un toque especial a la crema.
Cuando las verduras estén bien pochadas, incorporamos la patata chascada, lo que ayudará a que la textura de la crema sea más cremosa y consistente. Añadimos el caldo elegido, ya sea de pollo o de verduras, junto con una pizca de nuez moscada y otro toque de sal para realzar el sabor. Dejamos que todo se cocine bien, permitiendo que las verduras absorban el caldo y se integren perfectamente en la mezcla.
Una vez que las verduras estén bien cocidas, trituramos la mezcla a máxima potencia hasta conseguir una crema fina y sin grumos. El resultado es una crema suave, llena de sabor y con una textura perfecta para disfrutar en cualquier ocasión.
Vertemos la crema en cuencos individuales aptos para el horno. Colocamos una rebanada de pan sobre cada ración y espolvoreamos generosamente con queso rallado, que al gratinarse aportará ese toque crujiente y dorado irresistible. Llevamos los cuencos al horno precalentado hasta que el queso se gratine y quede con un color dorado y apetitoso. También podemos hacerlo en la Cecofry o cualquier otra freidora de aire si lo preferimos.
Servimos la crema caliente, lista para disfrutar con su combinación de sabores suaves y el contraste del pan crujiente con el queso gratinado. Ideal para una cena ligera o como primer plato en una comida especial.
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