Leche condensada sin azúcar en Mambo
Hacer Leche condensada sin azúcar en Mambo es muy sencillo gracias a la receta que compartimos en esta entrada de cocinaenmambo
Origen de Leche condensada sin azúcar
La leche condensada sin azúcar es una variante moderna de la leche condensada tradicional, diseñada para quienes buscan opciones más saludables o tienen restricciones dietéticas. La leche condensada original, que es leche de vaca a la que se le ha eliminado parte del agua y se le ha añadido azúcar, tiene un origen bastante interesante.
Origen de la Leche Condensada
La leche condensada se desarrolló en el siglo XIX. La primera patente para la leche condensada fue otorgada a Gail Borden, un ingeniero y empresario estadounidense, en 1856. Borden, preocupado por la calidad de la leche que llegaba a las ciudades, buscó una manera de preservarla y extender su vida útil. Su solución fue eliminar gran parte del agua de la leche y añadir azúcar, creando un producto que podía almacenarse por largos períodos sin necesidad de refrigeración. La leche condensada se hizo popular rápidamente por su conveniencia y durabilidad.
Evolución hacia la Versión Sin Azúcar
La leche condensada sin azúcar, como alternativa a la versión tradicional, surgió más recientemente en respuesta a las crecientes preocupaciones sobre la salud y la nutrición. Con el aumento de enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de azúcar y el crecimiento de las dietas bajas en carbohidratos y sin azúcar, los consumidores comenzaron a buscar alternativas que permitieran disfrutar de la textura y el sabor de la leche condensada sin el contenido de azúcar.
Desarrollo y Disponibilidad
La leche condensada sin azúcar generalmente se produce utilizando edulcorantes artificiales o naturales en lugar de azúcar. Estos edulcorantes pueden ser sustitutos como la stevia, el eritritol o la sacarina. Estos productos están diseñados para ofrecer un sabor dulce similar al de la leche condensada tradicional, pero sin los efectos negativos del azúcar en la salud.
Aplicaciones y Popularidad
La versión sin azúcar de la leche condensada es particularmente popular entre personas que siguen dietas bajas en carbohidratos, diabéticos, o quienes buscan reducir su consumo de azúcar por razones de salud. Se utiliza de manera similar a la leche condensada convencional en una variedad de recetas, desde postres hasta bebidas. La disponibilidad de esta alternativa ha aumentado con la creciente demanda de productos más saludables y la mayor conciencia sobre la nutrición.
En resumen, la leche condensada sin azúcar es una respuesta moderna a las preocupaciones sobre el consumo de azúcar, evolucionando a partir de la leche condensada tradicional inventada en el siglo XIX. Su desarrollo refleja un movimiento más amplio hacia la salud y la adaptación de productos clásicos a las necesidades dietéticas actuales.
Como hacer Leche condensada sin azúcar en Mambo
175 gramos de leche en polvo
200 ml de agua
15 ml de edulcorante líquido
Instrucciones para hacer Leche condensada sin azúcar en Mambo
Primero, antes de empezar, asegurémonos de que nuestro Mambo esté bien limpio y listo para usar. Esto es importante para evitar cualquier sabor extraño o residuos de otras preparaciones. Luego, montamos las cuchillas en la jarra del Mambo. Esto garantiza que todos los ingredientes se mezclarán y cocinarán de manera uniforme.
Ahora, tomamos 175 gramos de leche en polvo y lo vertemos en la jarra. La leche en polvo es el ingrediente clave aquí, ya que es la base que vamos a transformar en una leche condensada casera. A continuación, agregamos 200 mililitros de agua. Este líquido es esencial para disolver la leche en polvo y darle la consistencia adecuada.
No olvidemos el toque de dulzura que viene del edulcorante líquido. Con 15 mililitros de edulcorante, conseguimos el sabor dulce sin añadir azúcar, perfecto para quienes buscan opciones más saludables. Vertemos el edulcorante en la jarra junto con la leche en polvo y el agua.
Con todos los ingredientes en su lugar, configuramos el Mambo. Primero, programamos la temperatura a 90ºC, lo que permitirá que la mezcla se caliente adecuadamente sin llegar a hervir. Ajustamos la potencia de calor a nivel 5, que es una intensidad media, ideal para conseguir que la leche en polvo se disuelva bien y obtengamos una textura suave. Finalmente, ponemos la velocidad en 4, para asegurar que todos los ingredientes se mezclen de manera homogénea y se cocinen uniformemente.
Dejamos que el Mambo trabaje durante 6 minutos. Durante este tiempo, la mezcla se calienta y se espesa gradualmente. Es fascinante cómo, con poco esfuerzo, conseguimos una textura similar a la leche condensada tradicional.
Una vez que el Mambo termine su trabajo, es hora de ver el resultado. La mezcla debe tener una consistencia cremosa y un color ligeramente dorado. Sacamos la jarra del Mambo y con mucho cuidado, vertemos la mezcla en un tarro hermético. Es importante usar un tarro que cierre bien para conservar la leche condensada en las mejores condiciones.
Dejamos que la leche condensada se enfríe un poco a temperatura ambiente antes de cerrarla herméticamente. Luego, la guardamos en el frigorífico. Con el tiempo, la leche condensada se espesará un poco más en el refrigerador, lo que es perfecto para usarla en diferentes recetas o simplemente para disfrutarla en una taza de café.
Y eso es todo, amigos. Con esta receta fácil y rápida, podemos disfrutar de leche condensada sin azúcar hecha en casa, ideal para quienes buscan reducir el consumo de azúcar sin renunciar al delicioso sabor. ¡Espero que les guste y que la disfruten en todas sus recetas favoritas!