Ketchup de remolacha en Mambo
Hacer Ketchup de remolacha en Mambo es muy sencillo gracias a la receta que compartimos en esta entrada de cocinaenmambo
Origen del Ketchup de remolacha
El ketchup de remolacha es una versión saludable y creativa del clásico ketchup, que ha ido ganando popularidad entre quienes buscan alternativas más naturales y nutritivas. Su origen no tiene una historia concreta como el ketchup tradicional, pero surge de la tendencia de adaptar recetas clásicas para hacerlas más saludables, aprovechando ingredientes como la remolacha, rica en antioxidantes y vitaminas.
Esta alternativa al ketchup comercial se diferencia por su color vibrante y un sabor más complejo, ya que la remolacha le aporta un dulzor natural y un toque terroso único. Se cree que esta variante comenzó a popularizarse en la cocina vegetariana y vegana, donde se busca eliminar los azúcares y aditivos presentes en muchas versiones industriales del ketchup.
Al integrar ingredientes naturales como la remolacha, el ketchup casero no solo ofrece un producto más saludable, sino también una opción gourmet que combina perfectamente con una amplia variedad de platos, desde hamburguesas hasta ensaladas o como aderezo para patatas. Su preparación es sencilla y versátil, permitiendo que cada persona ajuste los sabores según sus gustos.
La creciente conciencia sobre la alimentación saludable y el interés por recetas caseras han contribuido a la expansión de este tipo de ketchup.
Como hacer Ketchup de remolacha en Mambo
200 gramos de remolacha cocida.
2 dátiles.
Una cebolla.
Un diente de ajo.
20 ml de vinagre.
20 ml de aceite de oliva.
Una cucharadita de tomate concentrado.
Una pizca de pimentón dulce.
Sal.
Instrucciones para hacer Ketchup de remolacha en Mambo
Hoy vamos a preparar un ketchup de remolacha en nuestro querido Mambo, una alternativa casera, saludable y deliciosa que seguro nos va a sorprender. Vamos a darle ese toque dulce y ácido tan característico, pero con un giro saludable gracias a la remolacha. Nos olvidamos de los ingredientes industriales, aquí lo hacemos todo natural, ¡y súper fácil!
Para empezar, lo primero que hacemos es preparar nuestras cuchillas en la jarra del Mambo. Vamos a trocear el ajo y la cebolla, que serán la base aromática de nuestra receta. Con una picadita rápida a velocidad 6, en solo unos segundos ya lo tenemos listo. Si queda algo pegado en las paredes, no pasa nada, lo bajamos con una pala de silicona para no perder ni un poquito de sabor.
Después, añadimos un chorrito de aceite de oliva, que no solo va a darle un toque de suavidad, sino que también va a ayudar a que la cebolla y el ajo se sofrían bien, liberando todo su aroma. Lo ponemos a 120ºC, potencia de calor 8, y a velocidad 1 durante unos tres minutitos. Lo justo para que la cocina empiece a oler delicioso.
Ahora viene la parte interesante: el tomate concentrado, el toque de pimentón que va a dar ese sabor ahumado tan rico, y los dátiles que le aportarán un dulzor natural y equilibrado. También añadimos un buen chorrito de vinagre para ese punto ácido típico del ketchup. Volvemos a darle marcha al Mambo, esta vez a la misma temperatura y potencia, pero solo por un minuto. El objetivo es que todo se mezcle bien y los sabores se potencien entre sí.
Es el momento de nuestra protagonista, la remolacha. La troceamos un poco antes de añadirla para facilitar el trabajo, y trituramos a velocidad 7 durante unos 30 segundos. Aquí es cuando empieza a tomar forma nuestro ketchup: ese color rojo vibrante que nos encanta, y una textura suave pero con cuerpo.
Si vemos que han quedado algunos trocitos en las paredes de la jarra, volvemos a bajarlos y trituramos un poco más, esta vez a velocidad 6 durante un minuto, para asegurarnos de que todo esté perfectamente integrado.
Lo mejor de esta receta es que, además de saludable, la textura es completamente personalizable. Si nos gusta más espeso, podemos reducir un poco más el tiempo de triturado, o si lo queremos más fino, podemos darle un extra de tiempo a alta velocidad. ¡Nos adaptamos a nuestro gusto!
El resultado es un ketchup casero que no tiene nada que envidiarle al comercial, y además, con la satisfacción de saber que lo hemos hecho nosotros mismos en el Mambo. Perfecto para acompañar hamburguesas, patatas o lo que se nos ocurra. ¡Una verdadera delicia!