Concentrado de verduras en Mambo
Hacer Concentrado de verduras en Mambo es muy sencillo gracias a la receta que compartimos en esta entrada de cocinaenmambo
Origen de Concentrado de verduras
El concentrado de verduras casero es una versión natural de los caldos concentrados industriales, con la ventaja de que podemos controlar los ingredientes y evitar conservantes artificiales. Este tipo de preparaciones se han utilizado en la cocina tradicional como base para sopas, guisos y salsas, permitiendo aprovechar al máximo el sabor de las verduras. Su origen se encuentra en la necesidad de conservar y potenciar el sabor de los vegetales en épocas en las que el acceso a ingredientes frescos no era tan fácil. En la actualidad, sigue siendo una alternativa saludable y deliciosa para dar un toque especial a nuestras comidas.
Como hacer Concentrado de verduras en Mambo
250 gramos de zanahoria.
100 gramos de cebolla.
100 gramos de puerro.
100 gramos de tomate.
100 gramos de apio.
100 gramos de champiñones.
150 gramos de calabacín.
Una hoja de laurel.
100 gramos de sal gorda.
30 ml de vino blanco.
Perejil.
Tomillo.
Aceite de oliva.
Instrucciones para hacer Concentrado de verduras en Mambo
Vamos a preparar un concentrado de verduras casero en Mambo que nos servirá para dar un toque especial a nuestros platos. Lo mejor de todo es que lo hacemos nosotros mismos, sin conservantes ni aditivos innecesarios.
Empezamos limpiando bien todas las verduras. No hace falta que nos obsesionemos con el corte, ya que luego las trituraremos, así que simplemente las troceamos en pedazos medianos. Una vez listas, las echamos en la jarra del Mambo y las trituramos hasta conseguir una textura fina. En cuestión de segundos, ya tenemos una base perfecta.
A continuación, bajamos con la espátula los restos que han quedado en las paredes para que todo se aproveche bien. Añadimos un chorrito de aceite de oliva y sumamos el resto de ingredientes, incluyendo la sal, el vino blanco y las hierbas aromáticas, que le van a dar un sabor increíble.
Ahora toca cocinarlo a fuego lento para que los sabores se potencien y se integren bien. Dejamos que se haga a la temperatura y potencia adecuadas, removiendo suavemente para que no se pegue. En este punto, el aroma que desprende ya nos adelanta lo rico que va a quedar.
Cuando el tiempo de cocción termina, retiramos la hoja de laurel y dejamos que repose unos minutos para que pierda un poco de temperatura. Después, solo nos queda guardarlo en un tarro hermético, listo para usar en nuestros guisos, sopas o cualquier plato que queramos realzar con su sabor concentrado.
Una vez frío, podemos guardarlo en la nevera o incluso congelarlo en porciones pequeñas para tenerlo siempre a mano. ¡Y ya está! Un concentrado de verduras casero, sin aditivos, con todo el sabor de los ingredientes frescos.
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